viernes, 30 de octubre de 2009

Claroscuros


Jo, hay tantas cosas de las que hablar... y últimamente tengo tan poco tiempo... Pero creo que lo más lógico es ceñirme a lo que ahora mismo me embarga, que es una mezcla exrtaña de sentimientos.

Empiezo por los negativos. Estoy triste, porque hoy es mi último día de trabajo en el Instituto Cervantes. A partir del lunes iremos todos (el equipo pedagógico) a un edificio estéril de la Avenida de Manoteras, uno de esos espacios hipermodernos de los que tanto se oye hablar hoy en día. No es feo, en absoluto. Es cómodo, agradable, hay un buen ambiente de trabajo, y las instalaciones son modernas. Pero no está la Cibeles enfrente. No está a tres pasos de la puerta del sol, ni iremos a tomar el café a los bares de Chueca. No cogeré el 28, pasaré por la Puerta de Alcalá, bajaré hasta Recoletos y caminaré por la Gran Vía al llegar. Se acabó. Y es realmente una pena, porque estar en el Cervantes tiene considerables ventajas. Así que hoy hemos comprado pastelitos, patatas, bebida y demás para despedirnos de los que han sido compañeros durante un mes en mi caso, durante dos años en el caso de mis compañeras, y entonar un "Adiós" como se merece a este encantado lugar.

Pero bueno, no nos pongamos tristes. Hoy también es un día alegre. En primer lugar, tengo instalado (¡ya!) Windows 7. Funciona bien, estoy contento con su rendimiento, pero es pronto para hacer una evaluación sesuda. Esperemos un tiempo. El motivo de mi alegría es que llevo esperando el 30 de octubre desde hace ya mucho tiempo, porque hoy... ¡¡estrenan Mi Vecino Totoro en cines!! De verdad, estoy desbordado de ilusión... este mismo domingo iré a verla (en VOS, claro... en primer lugar porque es mejor, en segundo lugar porque solo la dan en este formato en los cines de Madrid).

Si a esto le sumamos que ha salido ya a la venta el último trabajo de Hayao Miyazaki (ya sabéis, la enternecedora Ponyo Sobre el Acantilado), la alegría es desbordante. Para los que no conozcáis el cine del Estudio Ghibli, creo que no hay mejor manera de acercarse a él que la película que hoy se estrena en cines. Luego podéis acercaros a los megaéxitos (El Viaje de Chihiro, La Princesa Mononoke), y si os convence, pasar a otras películas igualmente de culto (Cuentos de Terramar, dirigda por el hijo de Hayao, Goro Miyazaki, o La Pequeña Niki, La Tumba de las Luciérnagas, El Castillo Ambulante, Nausicaä del Valle del Viento...).

Francamente, espero que hagan esto con todos los títulos de Ghibli. Creo que me suena haber leído en alguna parte que, efectivamente, están reeditando los mencionados filmes (y algunos más) para su venta en DVD. Y esta sí que es una maravillosa noticia que merece ser celebrada.

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