Es tan sencillo esgrimir el lema de los Stark en esta época... Pero creo que es hoy un buen día para hacerlo. Esta mañana ha hecho frío (no fresco, no, frío, con todas las letras), las carreteras y los buses han comenzado a llenarse de púberes, prepúberes y no-tan-púberes-ya que comienzan con su quehacer rutinario, y, por supuesto, los políticos han vuelto de vacaciones. Así que los titulares se pueblan, una vez más, de esos titulares que alimentan los blogs como este. El que me ha llamado la atención hoy es el siguiente:
Madrid dará al maestro rango de autoridad pública
Bravo, Esperanza, bravo. Cuando uno piensa que no puedes hacer más chorradas, consigues sorprendernos a todos. Para quien esté leyendo, hay que decir que el mencionado rango otorga a los profesores un estátus ventajoso. De primeras, otorga al profesor la presunción de veracidad. ¿Qué significa esto? Que todos los incompetentes que pueblan los institutos y colegios tendrán razón, se oponga quien se oponga. Cobrarán más, por supuesto, y un delito contra ellos estará tipificado por lo Penal.
Abran los ojos, por favor, y dense cuenta de que el peligro no está en las aulas. La educación en el hogar debería ser prioritaria, enseñar a los padres a enseñar a sus hijos si es necesario. Y dejarnos de ciudadanía y estupideces de ese estilo, que solo sirven para distraer al alumno de lo que realmente importa académicamente. Si hay que dar más autoridad a un centro, no es esta la línea que hay que seguir. Están consiguiendo implantar, poco a poco, un estado policial en las aulas. Del miedo no nace nada bueno.
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