domingo, 27 de diciembre de 2009

Un buen anuncio

Si de algo me quejo en los últimos tiempos es de la maldita caja tonta. Pero mira tú por donde, hay un anuncio que me ha gustado. Aplaudo la creatividad de los señores de Frenadol por sus tres campañas. La más facilona es la del marido que se queda en casa y fantasea con los mimitos de la niñera. Tiene un toque gracioso cuando aparece la suegra.

Una divertida es la de las pastillas efervescentes que esperan en el tubito a que llegue su turno.

Pero la mejor es la que pongo a continuación. Me recuerda a los cartelitos del metro en los que aparecen poemas o fragmentos de libro. En fin, una reflexión tonta :)


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