lunes, 16 de noviembre de 2009
De hablar y no saber
Me da mucha rabia cuando una persona habla peyorativamente de algo sin tener conocimiento (siquiera relativo) sobre el tema. Por supuesto, cuando se trata de una entrevista para el periódico, gran parte de la culpa recae sobre el periodista, quien, sin duda, busca el comentario provocador.
Me refiero ahora a la entrevista que apareció ayer en El País al genial dibujante de cómic, Moebius (Jean Giraud). Resulta una lectura interesantísima, sin duda, y es una entrevista en cierto modo interesantísima y reveladora para los que no hemos tenido oportunidad de acercarnos más a la vida y obra de este autor, ya consagrado.
No obstante, comencé la lectura de la misma ya mosqueado por el titular que el redactor había elegido, que dice así:
El 'manga' es una plaga.
Mal. Muy mal. Las líneas de la página están plagadas de frases interesantes. Las preguntas de Israel Punzano han sido acertadas, sin duda. Pero llega el final de la entrevista, y han de dejarse ver los instintos:
"Lo que parece seguro es que a este ritmo dentro de poco estaremos todos leyendo manga. El éxito del cómic japonés entre los jóvenes no presagia nada bueno para los autores europeos."
Una pregunta periodística, lo primero, no debería ser tan parcial. Mal por el periodista. Pero muy mal también por Moebius (a quien admiro, pese a todo) por la respuesta que da:
"El manga es una plaga (se la deja en bandeja a nuestro amigo Israel). La invasión ha sido total, como demuestra las cuotas de mercado que ha conseguido. Es una epidemia. Me recuerda a lo sucedido con las abejas de la Amazonia que suben hasta Norteamérica y matan a las especies autóctonas. En Francia, los camarones han desaparecido porque echaron en neustras augas una especie foránea que acabó con ellos. Los nuevos también están buenos, por no son los mismos... Tienen un acento espantoso. El problema es que el manga llega a Europa, pero el cómic europeo no va a Japón. Eso es lo injusto."
La última frase es maravillosa, aparte de cierta, y en esa línea debería haber ido su disertación. Pero no es así, y se dedica a difamar sobre un género que, en fin, no difiere tanto del cómic europeo. El problema es que el señor Moebius piensa que por "cómic europeo" tenemos que entender Blueberry, tenemos que entender el Capitán Trueno, Spirou y Fantasio, Tintín... pero no. Hay muchos bodrios en el inventario europeo, así como en el japonés. Si lo que llega a nosotros es Naruto, Dragon Ball, One Piece o estupideces de ese estilo, es problema de quien se deja embaucar por la dinámica agresiva y la estética impactante. Pero el trabajo de un dibujante de cómic es (o debería ser) explorar, interesarse, y jamás, jamás, criticar tan libremente un género completo sin ahondar un poco.
Lea Akira, señor Giraud. Lea Monster, o 20th Century Boys. Es solo un consejo de quien aboga por una opinión más abierta.
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